Ejemplos de nuestro trabajo en colegios

Estos son algunos ejemplos de casos de éxito que conseguimos gracias al entrenamiento sistemático que realizamos en la actividad PiensaPiensa:


Héctor, 9 años

Héctor enfrenta cualquier situación de aprendizaje con mucho miedo al fracaso. Evita el enfrentamiento a propuestas que por habilidades podría resolver, pero ante las que anticipa que el éxito que va a tener, no va a ser absoluto. Ante cualquier propuesta de experimentación, parte de analizar cognitivamente el nivel de éxito que puede esperar y ajusta sus metas por debajo de su nivel de competencia.

La práctica repetida de retos creativos y el trabajo cooperativo, le facilitan la flexibilidad cognitiva y el enfrentamiento, con menor nivel de angustia, a situaciones que desde su interpretación escapan a su control.

El resultado es que Héctor se ha convertido en un niño que destaca por su creatividad. A su estilo organizado y analítico ha sumado su actitud positiva ante las novedades y los riesgos, el pensamiento alternativo, la imaginación y el sentido práctico. La suma de todos estos recursos le permiten hacer los planteamientos adecuados para alcanzar metas que están más allá de las esperadas por sus competencias.

Además, ha mejorado mucho la imagen de sí mismo. Se siente competente e interactúa con los demás con bienestar y satisfacción. Es un compañero ideal en los equipos ya que favorece la experimentación y enriquecimiento de los distintos compañeros, y por tanto, los resultados logrados. También es capaz de perdonarse sus errores y perdonar a los demás.

Iván, 6 años

Niño con un estilo predominantemente creativo, que se apoya fundamentalmente en la imaginación y la emoción. En este curso ha hecho el tránsito de la etapa infantil a primaria, y se retrasa en los objetivos curriculares que necesita superar, ya que su estilo de pensamiento no encaja con los aprendizajes formales.

En la actividad se favorece que Iván adquiera patrones de pensamiento que le permitan enfrentar situaciones de aprendizaje estructurado. Se le guía para aprender a definir la situación problema, plantear alternativas, seleccionar la más adecuada, llevarla a cabo y autoevaluar los resultados.

Sus padres están muy concienciados con la necesidad que tiene Iván. Le apoyan en sus tareas escolares en casa y están desesperados. No consiguen que avance y además están dañando la relación afectiva entre ellos. Se les facilita que puedan aplicar a las tareas escolares los pasos de entrenamiento que se están siguiendo con Iván en la actividad Piensapiensa. Este trabajo combinado permite a Iván aumentar su práctica, y por tanto, contribuye a que pase de estar considerado uno de los alumnos más atrasados del aula, a ser uno de los más aventajados.


Alejandro, 4 años

Alejandro es de los niños que cumple los años a finales de año. Por tanto, cuando empieza la actividad aún tiene 3 años. Aún siendo el más pequeño de su grupo, tiene mucho sentido de la autonomía y no le gusta que le ayuden. Si alguien lo intenta se enfada y no es capaz de gestionar su enfado.

Su principal herramienta de aprendizaje es la manipulación y observación. Por eso, ante cualquier propuesta, no suele seguir las directrices establecidas o esperables. Necesita moverse, tocar, mirar…Eso le hace necesitar más tiempo que otros compañeros de curso para iniciar la tarea. Cuando ve que otros empiezan a terminar, se frustra y su manera de mostrar esa frustración es mediante conductas de llamada de atención, que le ayudan a evitar su malestar interno.

A medida que descubre que Piensapiensa es una actividad en la que puede incluir su propio estilo de aprendizaje, empieza a desenvolverse con más bienestar en la actividad. En otras extraescolares a las que asiste, han recomendado a la familia que deje de ir por la influencia que los factores evolutivos tienen en su adaptación, pero en Piensapiensa ha conseguido integrarse en el grupo, participar y aprovechar las actividades, al mismo tiempo que tiene espacio para mostrar su estilo propio de aprender.

Lara, 5 años

Su profesora de aula sospecha que tiene déficit de atención. Sus padres valoran que la actividad Piensapiensa puede ser beneficiosa para ella. En su funcionamiento se observa que Lara tiene más capacidad de la esperada por su edad para captar información, pero aún no ha desarrollado los filtros necesarios para elegir la que necesita en cada tarea.

Se le ayuda a enfrentar sus experiencias con una actitud de calma, se le permite avanzar a su propio ritmo, que es más rápido que el de la mayoría de los compañeros. Se le facilita la posibilidad de ayudar a otros compañeros, una vez logrados sus objetivos y en unos meses desaparece la sintomatología asociada al déficit de atención.