“El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información»
Albert Einstein
Este mes quiero compartir contigo una herramienta basada en tus experiencias vitales de éxito. Es especialmente útil cuando algo importante en la vida se nos está resistiendo y no conseguimos sacarlo adelante: “tus 3 comodines”.
La mayoría de vosotros tenéis un montón de experiencias de éxito acumuladas a lo largo de los años: quizás habéis conseguido finalizar ciclos formativos de varios años; quizás sois muy buenos en un deporte ó disciplina; quizás tenéis trabajos donde regularmente se reconoce vuestra aportación; quizás habléis varios idiomas extranjeros; quizás tenéis una familia que sabéis cómo mantener unida y feliz; quizás ayudáis desinteresadamente y con regularidad a alguien; quizás habéis ganado una medalla ó una mención especial en algún momento de vuestra vida; quizá sois un hijo ó hija ejemplar…
Seguro que os reconocéis en una o varias de estas experiencias de éxito. Sin embargo, nuestro cerebro no suele poner su foco en ellas, sino que suele poner la atención en aquellas en las que no conseguimos alcanzar el estándar de excelencia que deseamos. Y esto es contraproducente porque las respuestas a todas las preguntas clave para mejorar nuestro desempeño están justamente en aquella parte de nuestra vida donde hemos conseguido resultados exitosos.
De hecho, el secreto está en identificar cuáles son los recursos propios que te hacen brillar en circunstancias difíciles porque, seamos honestos, no es fácil llegar a ser bueno en un deporte, ni es fácil mantener una familia unida,ni es fácil destacar en el trabajo, ni es fácil aprender un nuevo idioma, ni tampoco es fácil ser un hijo ejemplar…
…así que tiene sentido entender qué nos hace brillar en esas circunstancias para poder aplicarlo a otros aspectos de nuestra vida.
Te propongo una guía sencilla de 5 pasos para recuperar esos recursos propios que te han proporcionado resultados excelentes en el pasado, y quizá aún lo están haciendo en el presente en alguna área concreta de tu vida:
Paso 1º: selecciona un momento de tu vida en el que conseguiste algo muy importante para ti después de dedicarte a ello durante un período de tiempo. Consejo: elige algo de lo que te sientas especialmente orgulloso a día de hoy.
Paso 2º: cierra los ojos, toma 3 respiraciones profundas y conecta plenamente con ese momento en el que fuiste consciente de que lo habías conseguido. Revive las imágenes, los sonidos y las sensaciones que experimentaste en ese momento. Consejo: insiste hasta que consigas conectar con la sensación de plenitud que sentiste en ese momento. Recuerda que siempre puedes elegir otro éxito de tu vida. ¡Has tenido muchos!
Paso 3º: ahora que has revivido esos momentos maravillosos, echa la vista aún más atrás y piensa en cuáles fueron esos recursos personales que utilizaste y que te hicieron conseguirlo. Piensa en esas cosas que hiciste durante todo el proceso y que fueron cruciales para el éxito. Consejo: es muy importante que al menos identifiques 3 recursos propios y nunca menos de 3.
Paso 4º: ¡felicidades! ¡Ya tienes identificados esos recursos personales que te llevan al éxito! Ahora es el momento de pensar en cómo podrías utilizar esos recursos propios de manera más activa en esa área de tu vida actual, ó en ese proyecto concreto, que se está resistiendo. Consejo: apunta en un papel 3 acciones específicas que vas a poner en marcha para maximizar el uso de esos recursos propios que ya han funcionado en otras ocasiones.
Paso 5º: da las gracias a tu lado consciente y a tu lado inconsciente del cerebro por el ejercicio que acaban de realizar y celebra el re-descubrimiento de tus recursos propios más potentes. Consejo: ¡haz un gesto de celebración! ¡no te cortes! ¡nadie te está mirando! 🙂
La herramienta “tus 3 comodines” es altamente eficaz porque incide en varias aspectos característicos del funcionamiento de nuestro cerebro cuando consigue funcionar de manera óptima. En esta ocasión voy a señalar dos de ellos:
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Centrarse en lo que te funciona es una de las estrategias de éxito más eficaces y no es esto lo que nuestro cerebro suele hacer de manera instintiva. Estamos diseñados para sobrevivir y el miedo hace que pongamos nuestra atención en lo que nos falta. Por eso es muy importante que entrenemos a nuestro cerebro para centrarse en lo que ya tenemos y además ha probado ser útil en otras ocasiones. Está bien ir incorporando habilidades nuevas a nuestra vida, pero asegúrate de que el 80% de tu energía lo dedicas a poner el foco en lo que ya sabes que te funciona y simplemente tienes que adaptar o perfeccionar al nuevo reto que tienes por delante.
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Los recursos personales más potentes no desaparecen con el paso del tiempo, simplemente se hacen más ó menos robustos dependiendo de cuánto los utilicemos. La buena noticia es que es relativamente sencillo volverlos a activar. Ten en cuenta que para que algo se haya convertido en un recurso propio hemos tenido que pasar por un proceso completo de aprendizaje. Seamos o no conscientes de ese proceso, lo importante es que en el pasado hemos generado redes neuronales robustas que en el momento que volvamos a reactivarlas pueden volver a jugar un papel decisivo en nuestra vida. ¡Están a tu alcance!
Llegado este punto seguro que ya sabes por qué me gusta llamar “tus 3 comodines” a esta herramienta. Efectivamente, como ocurre en los juegos de mesa tener una carta comodín facilita enormemente tu partida. Son cartas que dan flexibilidad a tus estrategias, que te llenan de confianza y que incrementan significativamente tus posibilidades de éxito
¿Cuáles son tus comodines en el juego de la vida?
