3 básicos para el 2019

3 valores básicos

«Que tus palabras no se las lleve el viento, que tu ternura te llene de fuerza, y que te permitas reír hasta que te duela el estómago en el 2019″

Ángel Cámara – Socio fundador de PiensaPiensa.

Te deseo que en los próximos 365 tus acciones reflejen tus valores: FIRMEZA.

Te deseo que en las próximas 52 semanas tus interacciones personales sean más profundas y satisfactorias: TERNURA.

Te deseo que en los próximos 12 meses te diviertas mucho más que este año: HUMOR.

¿Te cuesta ser firme y acabas cediendo a las presiones de los demás?; ¿Te resulta complicado ser cariñoso y compasivo?; ¿Te tomas la vida demasiado en serio?

Si has contestado “sí” a alguna de estas preguntas, es normal que en ocasiones sientas que te falta algo, que no estás viviendo la vida que quieres, que no estás plenamente satisfecho.

Y es que sin la flexibilidad para aplicar estos 3 valores en tu día a día se sucederán las ocasiones en las que te sentirás con baja autoestima, con alto sentido de la culpabilidad y con falta de energía.

Pongamos un ejemplo real para entender mejor a qué me estoy refiriendo. Imaginemos un padre o madre con una hija pre-adolescente de 13 años, Carla. Ella lleva varias semanas diciendo que para Reyes lo único que le hace ilusión y quiere es un móvil de última generación valorado en 800€. Esta situación es incómoda para el adulto porque considera que este regalo sobrepasa con creces el presupuesto destinado a regalos para la menor.

¿Cómo acaba la historia? ¿Conseguirá Carla salirse con la suya ó se impondrá la idea inicial de la familia?

Sea cual sea el desenlace final la forma más eficaz de gestionar esta situación debe contener: firmeza, ternura y una buena dosis de humor. En realidad, la decisión es lo de menos y dependerá de los criterios personales de cada individuo. Lo importante es aplicar los 3 valores básicos propuestos sea cual sea la decisión. Vamos a explorar los diferentes escenarios:

  • Escenario 1: NO se compra el móvil y NO se aplican correctamente los 3 valores.

    La familia ha decidido que el móvil no se compra, así que en términos de firmeza el objetivo está cumplido. Por lo tanto, han podido fallar la ternura, el humor, ó ambos.

    En este tipo de situaciones suele ser habitual que el adulto se aleje de la ternura, es decir, que no consiga transmitir al niño, de forma dulce y amorosa, su decisión. Y, posteriormente, lo normal es sentirse culpable y/o incapaz por el manejo de la situación.

    Consejo: evita los “esto se hace así porque lo digo yo, y punto”; evita hablar del tema si no estás en un estado emocional óptimo; evita las amenazas o los chantajes emocionales.

    También ha podido fallar el humor, es decir, la capacidad para desdramatizar la situación como adulto. Al adolescente hay que mostrarle respeto por sus emociones, pero “no podemos dejar que su drama se convierta en nuestro drama”. A su edad es normal que este tipo de deseos se vivan con gran intensidad y no pasa nada. Como adultos, lo ideal es quitarle hierro al asunto, comentarlo en privado con la pareja y otros adultos sin que falten los toques de humor y juego. De otra manera, independientemente de la decisión tomada, lo viviremos como una situación pesada y dramática que tendrá un precio emocional para nosotros.

  • Escenario 2: NO se compra el móvil pero SÍ se aplican correctamente los 3 valores.

    Por un lado, se ha dicho “no” de forma firme e inequívoca al adolescente, lo cual necesita una lenguaje asertivo en el que no quepa la menor duda de que la decisión es irrevocable.

    Por otro lado se consigue transmitir al menor, de forma dulce y amorosa, que entendemos que tenga muchas ganas de disponer de un teléfono de alta gama como el que seguramente tienen sus amigas; que entendemos que pueda sentirse triste y desilusionada en este momento porque sus expectativas no se han cumplido; que entendemos incluso que pueda no estar de acuerdo con nuestros criterios de decisión como padres… pero que la queremos mucho y estamos ahí para escucharla y charlar del tema las veces que haga falta.

    Por último en nuestra comunicación con otros adultos, y en nuestro diálogo interno, hemos sabido conectar con el lado más lúdico de la experiencia.

    Consejo: recordar momentos de nuestra historia personal donde también vivimos emociones parecidas como adolescentes. Seguro que vendrán a tu mente situaciones divertidas que te van a descargar de cualquier tensión vivida en el proceso.

  • Escenario 3: SÍ se compra el móvil pero NO se aplican correctamente los 3 valores.

    Más de una vez vemos a adultos cediendo a estas presiones y comprando el móvil solicitado. Además de ser una decisión cuestionable desde un punto de vista educativo, aspecto en el que no vamos a entrar ahora, lo que se produce es un desequilibrio interno para el adulto que siempre tiene un impacto negativo.

    El valor principal que se quebranta en este caso es la firmeza. No estamos siendo capaces como adultos de sostener una situación incómoda. Es doloroso ver a nuestros hijos sufriendo, nos sentimos culpables porque nos atribuimos la responsabilidad de su infelicidad; la situación nos genera estrés y ansiedad, etc. Así que elegimos lo más fácil a corto plazo y aliviamos nuestra tensión inmediata.

    Sin embargo, el precio que estamos pagando es muy alto porque no hacemos lo que realmente creemos que deberíamos hacer para vivir en coherencia con nuestros valores; no estamos entrenando nuestra capacidad para poner límites; surgen las dudas sobre el impacto negativo que esto puede tener en el desarrollo personal de nuestros hijos; y además, nos complicamos la existencia porque es cuestión de tiempo que el adolescente venga con otra petición similar y será más implacable aún en sus exigencias. En definitiva, estamos hipotecando nuestro futuro.

    Consejo: divide una hoja de papel en dos partes. En una parte escribe las consecuencias de ser firme hoy, y el posible impacto positivo dentro de 1 año y dentro de 15 años. En la otra parte escribe las consecuencias de ceder a las presiones hoy, y el posible impacto negativo en un 1 año y en 15 años. Toma tu decisión una vez que hayas realizado este ejercicio.

  • Escenario 4: SÍ se compra el móvil y SÍ se aplican correctamente los 3 valores

    En mi experiencia siempre, o casi siempre, hay una forma de negociar nuestra posición para que el otro obtenga lo que quiere, o algo muy parecido, sin que esto implique dejar de ser firme.

    En el ejemplo de Carla podría darse una situación en la que los padres no tuviesen un problema con el hecho de que su hija menor tenga un móvil muy caro de última generación, pero sí con la forma de conseguirlo. El problema para estos padres es que el móvil cuesta 800€ y el presupuesto familiar para los regalos de Carla es de 500€ entre padres, abuelos y otros familiares. En otras palabras, los padres deciden que para una niña de su edad es el máximo dinero que debe recibir. En ese caso, pueden proponer a Carla dos opciones: bien comprarse un móvil más económico que no supere los 500€, ó bien esperar hasta que pueda ahorrar en unos meses los 300€ restantes que necesita para acceder al terminal que desea.

    Esta situación genera nuevas posibilidades para ambas partes. Carla tiene la oportunidad de contrastar hasta qué punto es importante para ella comprarse el móvil caro. Si este fuera el caso, deberá aprender a esperar y deberá hacer el esfuerzo de ahorrar durante un tiempo para conseguirlo.

    El adulto sigue firme en sus valores y al mismo tiempo muestra flexibilidad generando una nueva situación en la que además siente que su hija puede aprender otras cosas adicionales (paciencia, ahorro, sentido de la responsabilidad, toma de decisión, etc).

    Es lo que se denomina una situación win-win (“todos ganan”). Eso sí, siempre que ambas partes estén dispuestas a modificar sus posiciones de partida.

    Consejo: reflexiona bien sobre tu posición de partida. Saber qué es crucial y, por lo tanto, innegociable, es la mejor manera de no caer en contradicciones y acabar tomando una mala decisión.

Este modelo puedes aplicarlo para multitud de situaciones que se presentan tanto en tu vida personal, como en la vida laboral.

Recuerda que lo importante no es la decisión en sí, que siempre será personal y dependerá de nuestros valores y forma de ver la vida. Lo importante es que sea cual sea, la vivamos con firmeza, ternura y un toque de humor.

Ángel Cámara es socio fundador de PiensaPiensa, empresa dedicada a hacer accesible a todos los públicos los beneficios de la Neuroeducación. Coach certificado, economista, máster en PNL por la IAPNLP, conferenciante y emprendedor del sector educativo, con una extensa carrera directiva internacional. Su misión personal “ayudar a las personas a sacar la mejor versión de sí mismos”

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