Fundamento Metodológico

PIENSAPIENSA es una actividad dirigida a enseñar a las personas a pensar con la razón y el corazón. Pensar con el corazón facilita adquirir las competencias que garantizan la posibilidad de tener éxito y ser feliz.

PIENSAPIENSA se basa en la combinación de diferentes disciplinas:

Las NEUROCIENCIAS, que analizan cómo funciona el cerebro.
La PSICOLOGÍA, que estudia el comportamiento humano y la mente.
La PEDADOGIA, que estudia como ofrecer un contexto que permita al alumno optimizar sus aprendizajes.

La intersección de estas disciplinas da lugar a la neuroeducación, marco en el que se basa la actividad PIENSAPIENSA.

Principios metodológicos

Los principios metodológicos de neuroeducación en los que se fundamenta la actividad PIENSAPIENSA, son los siguientes:

El juego es la principal herramienta metodológica.

Las personas aprenden mejor cuando se despierta su curiosidad y motivación, variables imprescindibles para que al cerebro le compense mantener la atención. El juego es el escenario perfecto para ofrecerles un contexto óptimo de aprendizaje.

La actividad dispone de una amplia gama de materiales y recursos de alta calidad didáctica dirigidos a despertar la curiosidad y a mantener la atención.

Thinky es la mascota de los más pequeños y les ayuda a pensar con la razón y el corazón.

Se utilizan juegos de mesa.
Hacen teatro.
Se convierten en detectives.
Se valoran los progresos con atractivos paneles.
Etc.

Se ofrece un espacio de experimentación.

Los participantes en nuestras actividades descubren las claves del aprendizaje desde sus propias experiencias. Se involucra en esa experimentación, el cuerpo, los sentidos, las emociones, el cuestionamiento, la investigación, el trabajo en grupo y la recuperación de lo aprendido.

El cerebro capta información por los sentidos y las sensaciones del cuerpo, la procesa y da una respuesta. Los participantes están de pie, se mueven por el espacio, dejándose llevar por la música que escuchan. A partir de la información mediante mímica que reciben de sus compañeros, descubren qué imagen tienen pegada en su espalda.

Los científicos “Divertidamente” hacen hipótesis, investigan y comprueban el efecto que tiene el agua en diferentes tipos de superficies.

Se vivencia el aprendizaje como experiencia positiva.

Cuando las personas se enfrentan a aprendizajes nuevos, aparecen las dificultades, los intentos fallidos, los miedos (“qué difícil, no voy a poder, no soy tan listo para resolver esta tarea, etc”). Por eso, se crea un contexto en el cual se dan opciones para que el cerebro pueda recuperar su bienestar, cada vez que percibe una amenaza que, aunque no sea real, pone en riesgo la posibilidad de aprendizaje.

Recibir una “caja mágica” despierta la curiosidad, motivación e interés de los participantes, pero desarrollar un proyecto con su contenido, da lugar a tener dudas, plantearse que no se puede conseguir el resultado esperado, enfrentar desacuerdos con compañeros, tener que adaptar la idea a los recursos disponibles, etc. Sin embargo, el éxito está garantizado. Los participantes siempre acaban sorprendiéndose a ellos mismos. Descubren qué recursos tienen para manejar las dificultades y su resultado suele ser mejor de lo que habían imaginado.

Se estimulan las conexiones neuronales.

El cerebro necesita la novedad para despertar su motivación y dirigir su atención hacia el aprendizaje planteado, pero solo si se une la novedad a la posibilidad de repetición se consolidan los aprendizajes y se guardan en la memoria, de la cual, se podrán recuperar en otras situaciones en las que sea necesario aplicarlos. Por eso, se presentan experiencias de aprendizaje que permiten repetir los objetivos trabajados desde diferentes propuestas.

Se crea un contexto de juego basado en el rol de exploradores. En el caso de los niños, la mascota Thinky es un explorador y necesita que los niños Piensapiensa, le acompañen en sus aventuras de exploradores. En estas aventuras desarrollan su capacidad para captar información a través de los sentidos.

Antes de agotar el contexto de exploradores, se les ofrece un nuevo contexto dirigido a continuar experimentando las posibilidades de captar información a través de los sentidos.

Los más pequeños asisten a una escuela de detectives, en la que tienen la posibilidad de conseguir un carnet de detectives, si superan retos, como descubrir por el tacto, cómo es un cuadro con relieve.