Cuidar tu estado

 

 

«Tu estado de ánimo es tu destino» Herodoto.

Septiembre significa comienzo para la mayoría de nosotros. Es la vuelta al cole, el final del verano y el principio de nuevos proyectos e ilusiones. La mejor manera de afrontarlo es: cuidar tu estado interno.

¿Te sorprendes a ti mismo cabizbajo y con poca energía corporal en algunas situaciones? ¿Tienes épocas en las que ves el vaso medio lleno, en lugar de verlo medio vacío? ¿Te cuesta evitar, en ocasiones, que tu mente te lance mensajes pesimistas?

Pues bien, todo esto está relacionado con tu estado de ánimo en esos momentos. La buena noticia es que se puede cambiar y tendrá una influencia muy positiva en tu día a día.

Los estados internos no son en sí mismos positivos ni negativos. Dependiendo de la situación que estemos viviendo un mismo estado podría ser útil, o muy limitante. Por ejemplo, si somos atacados por un animal salvaje, ó nos encontramos en medio de un incendio, un estado de cierta alerta interna nos ayudará a actuar rápido como la situación requiere.

El problema radica en la multitud de ocasiones en las que el estado interno que tenemos nos impide utilizar nuestras verdaderas capacidades y comportarnos como realmente desearíamos. Por ejemplo: cuando gritamos a nuestro hijo porque se ha manchado los pantalones jugando; cuando damos una contestación fuera de tono a un compañero de trabajo, ó cuando nos decimos a nosotros mismos lo torpe que somos porque hemos derramado un poco de agua en la cocina.

Cómo gestionar nuestro estado a lo largo del día para que siempre sea útil y nos ayude a acceder a los recursos y capacidades propias que necesitamos en cada momento es “casi un arte” que se puede adquirir con ayuda de un experto, auto-observación y práctica.

No obstante, voy a darte 3 consejos que van a mejorar tu gestión de estado interno general sea cual sea tu punto de partida. De esta forma podrás disfrutar de los múltiples beneficios que conlleva: eficacia en la realización de tareas complejas, consecución de objetivos, mejor humor, vida más saludable…

 

1º ¡Cuida tu fisiología!: asegúrate de que todo tu cuerpo es un aliado para provocar el estado interno que sea más útil en cada momento. Por ejemplo: si estás a punto de hablar en público y quieres transmitir un mensaje positivo prepara tu cuerpo para ello. Si recuerdas la última vez que lo hiciste de forma eficiente, o ves un vídeo de un experto en motivación, verás que sonríe regularmente, su barbilla está erguida, los ojos bien abiertos, los hombros atrás, el pecho fuera, etc.

Consejo: Dedicar un minuto a chequear tu fisiología y cambiar lo que sea útil antes de comenzar una nueva actividad es una manera rápida y eficaz de provocar un estado interno apropiado para ese momento.

 

2º ¡Focaliza tu pensamiento!: recuerda que hay tantas maneras de ver una situación como individuos sobre la faz de la tierra. Si muestras una foto de un campo florido a 10 individuos y pides que la describan es más que probable que acabes con 10 interpretaciones diferentes. Y lo más interesante es que si les pides unos días más tarde que repitan el ejercicio, casi con certeza modificarán su descripción porque cambiamos el foco de nuestra mirada constantemente.

Consejo: La pregunta que debes hacerte en cada momento es dónde quiero poner el foco para que mi estado sea el más ventajoso posible. Por ejemplo: si nunca has hecho surf y un día decides hacer un curso puede que pasadas un par de horas aún no consigas levantarte en la tabla. ¿En qué será más útil poner el foco: en el hecho de que aún no te has levantado y empiezas a sentirte muy cansado ó en el hecho de que cada vez estás ganando más habilidad y es cuestión de tiempo que consigas ponerte de pie encima de la tabla?

 

3º ¡Cuida lo que te dices a ti mismo!: Nadie te conoce mejor que tú mismo para saber qué es lo que más te puede ayudar en cada momento. ¿Por qué insistes entonces en “castigarte” con mensajes negativos?

Consejo: Piensa en qué le dirías a la persona más importante de tu vida si estuviera allí en ese momento y quisieras ayudarle. Cuando lo tengas claro imagínate que tienes un espejo delante y dítelo a ti mismo. Y si no sabes qué decirle prueba con esto: “estoy aquí y pase lo que pase te voy a querer y a apoyar siempre”.

El estado interno es como un semáforo que nos permite disponer de un código de colores que son especialmente indicados para cada situación que afrontamos. Si aprendemos a detectar el color que tiene en cada momento y aprendemos a modificarlo de manera útil para cada situación que vivimos, tendremos una herramienta muy valiosa para crecer.

 

¿Te animas a aprender a manejar tus estados y disfrutar más de cada momento con PiensaPiensa?

Ángel Cámara es socio fundador de PiensaPiensa, empresa dedicada a hacer accesible a todos los públicos los beneficios de la Neuroeducación. Coach certificado, economista, máster en PNL por la IAPNLP, conferenciante y emprendedor del sector educativo, con una extensa carrera directiva internacional. Su misión personal “ayudar a las personas a sacar la mejor versión de sí mismos”

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